Monday, August 15, 2011

El vacío


Hoy no ha sido el mejor de los días… Darte cuenta de que quizá te esperan largos días con una única acompañante, la soledad, es algo que le quita la tranquilidad a cualquiera. Lloro en mi habitación dándome cuenta que mi vida se reduce a esperar a que el tiempo corra, rogando porque otros tomen las decisiones correctas en sus vidas y yo, como tengo la mitad de las cosas que tenía que hacer hechas, sencillamente observo. Y espero con un corazón esperanzado. Pero aún así, la soledad me abate, me molesta, me intranquiliza. Duele ya no tener con quien hablar a todas horas sin importar la cuestión. Duele más aún sentir que fuiste más un borrón y cuenta nueva, y que de la nada desaparece todo rastro de tu presencia en su vida solo porque entran otros que se aseguran de que sea así. Increíble pero cierto, ya no quedan fotos ni mensajes que den testimonio de tanto tiempo de amistad y cariño. Y todo a causa de un tercero. Sin embargo el vacío es lo más difícil. De repente nada es lo mismo. Aún sabiendo que faltan muchas cosas por vivir, nada es suficiente. Quizá sea yo, o quizá mi entorno. Yo nunca me he sentido muy a gusto con este lugar, pero en días como hoy se hace insoportable. La lágrimas salen sin frenos solo con pensar que aún no se vislumbra una salida. O un respiro. O algo diferente. O alguien. Solo quiero algo que me sorprenda, que me deje sin aliento. ¿Será mucho pedir? 

No comments: